lunes, 2 de agosto de 2010

Frente a frente / Righteous kill (2008)

Es increíble hasta dónde llegan los efectos del ocio (y el morbo) en el ser humano: Por más que le digan a uno que una película está mala, igual va a verla... Oh, terquedad. Esa es la lección que aprendí hace algunos meses cuando decidí darle una oportunidad a Frente a frente (también conocida como Asesinato justo).
Fui al cine sabiendo de antemano que la película era mala; aún guardando una pequeña esperanza de que pudiera mejorar. Por un lado, me agradaba la idea de que veteranos como Robert De Niro y Al Pacino colaboraran nuevamente; especialmente porque han sido de mi agrado algunos papeles de Pacino (¿quién no recuerda El Padrino?). Por otro lado, quería ver exactamente cuáles habían sido las equivocaciones. Aquí va mi lista:

  • Un argumento casi inexistente. Los asesinos seriales han sido un fenómeno muy extendido desde hace décadas, y hay ejemplos notables en la historia del cine. Un pseudo poeta que aniquila criminales no es algo que precisamente capte mi atención, sobre todo si tomamos en cuenta que los poemas eran pésimos. Además, la idea de alguien acabando con la escoria de la humanidad no es algo que me preocupe (todo lo contrario).
  • Personajes rígidos y poco convincentes.
  • Demasiadas inconsistencias. A pesar de que el punto central de la historia quedó claro en los primeros minutos, recuerdo haber pasado casi toda la película cuestionándome sobre las acciones de los personajes... Los enormes agujeros en la trama hicieron que la película se viera como un conjunto de escenas con una vaga relación entre sí.
  • Mucha plática y poca acción. Normalmente aprecio el diálogo, siempre y cuando aporte algo. En este caso, pasan pocos minutos antes de que nos veamos atrapados en una serie de conversaciones que son irrelevantes al problema central, o son arbitrarias y superficiales.
  • Escenas innecesarias. Sí... Me refiero principalmente a aquellas donde nos adentramos más de la cuenta en la vida personal de los protagonistas. El hecho de que un hombre trate de probar su virilidad es algo que me tiene sin cuidado.
  • Exceso de estereotipos. Tengo el presentimiento de que ya vi esto antes: Un afroamericano traficante, una chica promiscua, un protagonista "macho" y aparentemente perfecto, un villano carismático del que nadie sospecha, compañeros de trabajo envidiosos, una rubia tonta y adicta a las drogas.... La lista sigue. ¿Y la originalidad?
Lo único rescatable de esta producción es la manera en que intenta capturar esa pérdida de la fe en las instituciones y los individuos que mucha gente experimenta en la actualidad. Tengo la impresión de que si se hubiera hecho más énfasis en este aspecto, los resultados hubieran sido muy distintos.
Desgraciadamente, a veces la experiencia y trayectoria de los actores no es suficiente para salvar una historia mal escrita. En cierta manera me sentí mal por los protagonistas.

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