lunes, 2 de agosto de 2010

Señor, quítame lo bruto (2002)


Hace algún tiempo que leí este pequeño libro.
Señor, quítame lo bruto narra la historia de Juan, un hombre que busca encontrarse a sí mismo tras haber perdido todo aquello que le resultaba significativo en la vida. A través de una serie de situaciones relacionadas con el pasado, va descubriendo cuál es el origen de todos los problemas que lo aquejan.
La intención de la autora es buena; considero que el contenido está cargado de un fuerte mensaje sobre la fe en Dios y la confianza en sí mismo... Después de todo, estoy de acuerdo con el hecho de que sólo a través de la voluntad es posible lograr un cambio significativo. Es una obra llena de optimismo y esperanza.
El problema es que la trama sobrepasa la fantasía y cae en lo infantil. Si bien es importante centrarse en la infancia del protagonista, considero que había maneras mucho más creativas de lograrlo. Gran cantidad de situaciones me parecieron prometedoras, pero terminaron de una manera extremadamente simple. El argumento es demasiado simple; también encuentro problemas de estructura: hay una constante repetición de palabras, lo cual resulta molesto a la hora de continuar la lectura. La buena noticia es que es un libro corto.
Los libros de autoayuda y ficción no son buena combinación, por desgracia. O por lo menos, aún no he leído uno que logre cambiar mi opinión.

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