lunes, 3 de enero de 2011

Dorian Gray (2009)


La adaptación más reciente de la novela clásica de Oscar Wilde.
Probablemente la mayoría ya sepa (o al menos tenga una idea) sobre la trama: Dorian Gray, un joven de increíble hermosura, es retratado por un talentoso artista llamado Basil Hallward. Casi al mismo tiempo conoce a Lord Henry Wotton, un hombre cuya vida gira alrededor de los placeres, y quien lo convence de que su belleza y juventud son los atributos más valiosos que puede tener. Gray se obsesiona con el tema, especialmente después de ver el retrato terminado, y desea conservar esa apariencia por siempre a cambio de su alma.
El tiempo pasa y el joven descubre que el retrato se transforma día a día, sobre todo cuando realiza acciones de naturaleza negativa; sin embargo, él permanece igual. A partir de ahí comienza una vida llena de excesos, con trágicos resultados.
Esta película es bastante entretenida, aunque creo que no logró capturar del todo la esencia de la obra original. En el aspecto visual es impecable: La fotografía es excelente, los vestuarios están bien hechos y las ambientaciones son impresionantes. Eso sí; sentí que se les fue la mano con los efectos especiales en la parte final...
Como es de esperarse en toda adaptación, muchos hechos y personajes cambian. Probablemente lo más notable es la introducción de Emily, la hija de Wotton que se involucra con Gray. Me recordó en cierta manera a Gladys, la sobrina de Hallward en la película de 1945. Ambas se muestran escépticas ante las advertencias a su alrededor, confiando ciegamente en el amor que comparten con el protagonista.
Uno de los puntos más interesantes de la cinta es que logra retratar la espiral descendiente de Dorian. La película es muy explícita respecto a su búsqueda del placer a través de diversos medios (incluyendo el sadomasoquismo y diversas drogas), aunque no hubiera estado mal dejar algunos hechos a la imaginación.
Algo que me molestó un poco fue la apariencia del actor. Lo admito: Ben Barnes es muy atractivo; sin embargo, en este caso me pareció demasiado andrógino para el papel... Pero considero que eso sólo es mi problema de percepción. Supongo que esa androginia resultó favorable para la película, pues se le muestra abiertamente bisexual. Cuando leí el libro me imaginé a un Dorian Gray mucho más masculino. En el cine, la encarnación más cercana a esa imagen mental ha sido el Dorian que apareció en La liga extraordinaria (interpretado por Stuart Townsend).
Dorian Gray es una película muy cuidada en el aspecto estético y no aburre. Sin embargo, por alguna razón no terminó de convencerme. Creo que se debió poner más atención en el desarrollo de los demás personajes (no sólo del protagonista). Como dije antes, no logró captar completamente el encanto del libro.
Aún así recomiendo darle un vistazo.


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