sábado, 26 de marzo de 2011

A ciegas / Driving blind (1997)



Después de haber leído la fantástica novela Fahrenheit 451 (reseña aquí), quedé con curiosidad sobre Ray Bradbury. Encontré este libro por pura casualidad durante un viaje. Inmediatamente captó mi atención, tanto por la portada intrigante como por la descripción.
A ciegas es una colección de cuentos, los cuales tratan de temas variados: desde las rutinas de la vida diaria hasta religión. Estafadores, seres extraterrestres, actores, ancianos, gemelas... Todos estos personajes se encuentran en una misma obra.
Las historias son independientes; los títulos son los siguientes:

  • Tren nocturno a Babilonia *
  • Si la MGM muere, ¿quién se quedará con el león?
  • Hola y chau *
  • La casa dividida
  • El robo sublime *
  • ¿Me recuerda? *
  • El basurador *
  • A ciegas *
  • Me pregunto qué ha sido de Sally
  • Nada cambia *
  • Aquel perro viejo tendido en el polvo *
  • Bajo la lluvia
  • Madame et Monsieur Shill *
  • El espejo *
  • Fin del verano *
  • Un trueno en la madrugada *
  • La rama más alta del árbol
  • Las mujeres son un festín movedizo
  • Virgen resusitas
  • Señor pálido *
  • Aquel pajarito que sale del reloj *

* (Recomendaciones personales).

Al final se incluye un epílogo.
La variedad de las historias es un punto a favor de este libro, pues muestran la versatilidad del autor y evitan que el público lo "encasille" en un solo género. También es de lectura rápida, aunque resulta tentador regresar de vez en cuando para seguir apreciando el estilo particular de Bradbury.
Lo que me hace ponerle 4 estrellas es el hecho de que algunas historias no lograron engancharme. Quizá mi error fue esperar una experiencia similar a la de Fahrenheit 451, que me emocionó de principio a fin (sólo a mí se me ocurre comparar entre una novela y un conjunto de cuentos...).
A ciegas es un libro bastante agradable, original y lleno de matices.
Próximamente leeré otras colecciones del mismo autor, para ver si fue realmente el libro o mi percepción lo que me provocó el pequeño desencanto.


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