domingo, 3 de abril de 2011

Suspiria (1977)


Resulta curioso que haga esta reseña en medio de toda la fiebre que hay por El cisne negro. ¿Qué tienen en común? Se trata de historias que se desarrollan en academias de ballet, rodeadas por un halo de misterio. En el caso de Suspiria, es considerada una película clásica del horror y es uno de los trabajos más aclamados del director italiano Dario Argento.
La historia se centra en una joven llamada Suzy Banyon, quien ingresa a una renombrada academia de baile en Alemania. Desde el momento de su llegada nota eventos bastante inquietantes, empezando con una chica que habla incoherencias y huye despavorida del lugar en medio de una tormenta. Conforme pasa el tiempo la protagonista nota que el personal de la institución presenta un comportamiento sospechoso, así como el deterioro de su salud y la inexplicable desaparición de varias personas a su alrededor. Una vez que los secretos del lugar se van revelando, Suzy descubre que es la única persona que puede ponerle un fin a los extraños sucesos.
No es difícil entender la razón por la que tantas personas han caído bajo el encanto de Suspiria. La premisa es simple, pero se enriquece gracias a los giros que se le dan y al buen ritmo que se mantiene. Sin embargo, es el aspecto visual y el soundtrack lo que la vuelven una experiencia inolvidable.
Los escenarios son exquisitos: están decorados con formas abstractas y se encuentran iluminados con colores brillantes. Resulta sorpresivo, tomando en cuenta que la mayoría de las películas de horror se desarrollan en lugares oscuros o con una mínima variedad de colores. Los vestuarios de los personajes también armonizan con el ambiente de la historia.
Otro elemento que añade dinamismo son los planos de la cámara que cambian constantemente. Un momento podemos ver un close-up, al siguiente vemos una toma desde el aire que muestra toda la habitación... Y así sucesivamente.
Los efectos especiales resultan bastante aceptables dado la época, aunque no convincentes. Un ejemplo: cierta escena que involucra un corazón. Las muertes resultan gráficas, brutales e inusuales; se va anticipando al espectador a través de la música, el movimiento de la cámara y algunas pistas. Lo interesante es que, llegado el momento, resulta de una manera completamente distinta a lo imaginado.
Las actuaciones resultan buenas (no tanto para un premio, pero en sí entretienen); en especial la de Jessica Harper en el papel protagónico. Como dato curioso... Podemos encontrar al cantante español Miguel Bosé en un pequeño papel (y no mentiré, se veía muy atractivo).
En cuanto a la música, fue compuesta por la banda (italiana) Goblin y resulta bastante pegajosa, aunque a veces resulte repetitiva. La primera vez que la vi juraba que sólo habían utilizado 2 canciones en toda la película. Pero también resultó una buena elección, pues logra transmitir tensión durante momentos estratégicos (lo comprobé con la canción Sighs, que le provocó un ataque de desesperación a una amiga.). El tema principal, que comparte nombre con la película, resulta muy interesante.
Lo último que puedo decir es que Suspiria resulta una película llena de originalidad, que continúa destacando por su estilo único.


Trailer:


0 comentarios:

Publicar un comentario